NECESITAMOS PONER NUESTROS PIES FIRMES EN ÉL
P. César A. Dávila G.
Cuando pongamos nuestras plantas en Él, se cumple esto:
"Convertir en gozo la tribulación, en luz las tinieblas,
en motivo de alegría la persecución",
en nosotros comienza a verificarse esa gran antítesis de ver en todo,
absolutamente en todo lo bueno,
porque en todas las cosas hay siempre una parte de bondad.
El secreto de realizar esta conversión de lo que a nos parece negativo,
de lo que para unos es un dolor supremo,
el secreto está en nuestra unión con Dios,
en esa vida de unión, de intimidad, de vivencia de Dios en nosotros.
Esta es la palabra: “vivencia”.
Y cuando alcanzamos esta vivencia de ese Dios en nosotros
entonces hemos alcanzado la meta, no importa lo demás.
El fin de las enseñanzas que recibimos y de las prácticas que realizamos
es éste: nuestra vida de unión con Dios.
Nuestra vida de unión con Dios no es algo fácil,
requiere constancia, abnegación, perseverancia.

No hay comentarios:
Publicar un comentario