HERMANDAD UNIVERSAL
P. César A. Dávila G.
Esta hermandad universal nace de nuestra identificación con Dios,
de nuestra conciencia de que Dios, El Padre habita en nosotros,
y por medio de esa conciencia nos ampliamos y conocemos
como las cosas más pequeñas e insignificantes
tienen una relación íntima con nosotros
sólo allí hemos de sentir cómo todo, absolutamente todo, nos habla.
Cuando estamos en un jardín, nos hablan las flores.
Cuando estamos en el mar, nos hablan las olas.
Cuando estamos en una playa nos hablan esas arenitas en los guijarros que pisamos.
Cuando estamos en una montaña nos habla la nieve,
nos habla el silencio de esa cumbre,
nos hablan esas nubes que pasan o se posan lentamente en las cañadas.
Cuando vamos de viaje y atravesamos los paisajes,
esos paisajes tan hermosos, pintados por las manos de Dios,
porque esta tierra y este universo
este mundo físico es un gran paisaje del mayor y mejor de los pintores.
En estos paisajes vivientes, encontraremos nuestra plena identificación con Él.
Nos veremos identificados con Él a través de las cosas,
y hermanados con estas cosas, a través de Él.

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