La Oración
Fusión de
los espíritus
La tradición
ha puesto el Monte de la Cuarentena del ayuno del Señor y de la Oración,
Él estuvo en
ayuno y en oración 40 días.
pero esa oración
no era una oración de repetición de cosas, de repetición de palabras
sino esa oración
íntima, esa oración que se hace sin palabras
esa oración que
solamente va de Mente en mente, de Espíritu a espíritu.
Y eso es
precisamente la oración nuestra: la meditación es eso,
la oración que
hacemos nosotros de Mente a mente, de Espíritu a espíritu.
Miren ustedes, yo visité hace poco uno de los santuarios
más célebres
aquí en el Ecuador
sobre todo
en la provincia de Pichincha, el Santuario de la Virgencita del Quinche…
ustedes
tienen tantas experiencias de esta misma naturaleza,
les digo
únicamente para estímulo de ustedes,
porque me que
viene en este momento precisamente esto
para que
vean cómo es la oración de palabras, es una comunicación,
es esto un
intercambio, un intercambio de vibraciones.
-Yo creo que
estos son los términos más apropiados
aunque esto todavía
no quiere decir mucho, pero-
Es un
intercambio vibratorio: uno recibe todo y da también todo
es decir,
una sintonía total, es una fusión de dos espíritus,
una fusión de
Espíritu a espíritu.
Yo creo que así
tal vez está mejor expresada lo que es la verdadera oración:
una fusión
de Espíritu a espíritu, una comunión de Espíritu a espíritu,
y en eso se
da todo, y en eso se dice todo, y en eso está resumido todo.
Y nosotros después
de eso, bueno ya no necesitamos más
porque hemos
recibido todo,
hemos comprendido
todo y bueno todo, absolutamente todo,
¿Por que? Porque
como digo, la oración no es sino este intercambio vibratorio…

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