PULIR EL ALMA Y LA CONCIENCIA
P. César A. Dávila G.
Nuestra vida es semejante a aquella estatua
que va cada día puliendo el artista,
hasta que sea una estatua muy hermosa.
Pero cuando nosotros mis queridos estudiantes,
descuidamos esos maquillajes que van perfeccionando esta estatua
que somos cada uno de nosotros,
entonces esta estatua no puede quedar a la perfección que quiere el artista dejar.
Por eso es preciso que vayamos cada día reconociendo esta verdad:
puliendo el alma y la conciencia.
Pero, ¿cómo?
con los acontecimientos que nos presenta la vida,
con los distintos sucesos que vivimos,
tratando de vivir -esos acontecimientos y sucesos-
de acuerdo con las leyes establecidas por Dios.
¡Este es el secreto de toda nuestra felicidad!...
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