LAS DOS ETAPAS DE NUESTRA VIDA
Padre CÉSAR A. DÁVILA G.
Cuando nosotros mis queridos hermanos tomamos la Sagrada Biblia
y hacemos una evaluación de la enseñanza de Dios en los dos Testamentos,
vemos que hay una diferencia bastante notable;
el Antiguo Testamento es como la sombra,
es como la noche quizá poblada de estrellas,
noche que naturalmente no es tan lóbrega
sino que deja percibir en la penumbra las cosas y los objetos.
El Antiguo Testamento es pues como la preparación,
la antesala, el anteproyecto del Nuevo.
La plenitud de la Ley, pero de esa nueva Ley de Cristo,
la plenitud de la realización de esa Ley
se encuentra claramente expuesta en el Nuevo Testamento...
Él no venía abrogar, Él venía a reafirmar esa misma ley.
Nuestra vida también ha tenido esas dos etapas:
la etapa de sombra y esta de luz,
una etapa de preparación y otra de culminación,
de imperfección y otra de perfección,
una de oscuridad y otra de claridad y plenitud.
Esto lo encontramos mis queridos estudiantes,
en las vidas de los grandes santos como en nuestras propias vidas.
Pero lo importante es esto, que nosotros reconociendo estas etapas
y haciendo la debida evaluación entre una y otra
resolvamos hacer todo esfuerzo para seguir adelante en esta nueva etapa emprendida.

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