"Murió para obedecer la voluntad del Padre. Murió para restaurar no sólo la naturaleza humana, sino toda la naturaleza visible e invisible. Murió para lavar todos los pecados del mundo. Murió para que nosotros viviéramos. Murió para hacernos herederos de la gloria inmortal.
Del Tesoro espiritual dejado no sólo en el material audiovisual y escrito por nuestro amadísimo Fundador y Guía Espiritual, el Padrecito César A, Dávila G., y dejado no sólo a través de Testamento a su Asociación Escuela de Auto-Realización (conocida así en el fuero civil hace 43 años) y Asociación E. de Meditación (dentro de la Iglesia hace 31 años), se ha seleccionado para esta semana "Le crucificaron".
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